jueves, 29 de abril de 2010

Periodistas defienden derecho a informar sobre secuestros

La molestia del gobierno disparó una vez más el debate. La cobertura del secuestro del empresario Ignacio Rospide el 18 de marzo, provocó la ira del ministro del Interior, Eduardo Bonomi, que acusó a los periodistas de poner en peligro la vida del rehén. ¿Deben o no los medios de comunicación informar sobre secuestros?, fue la pregunta que surgió en ese momento. Para el Poder Ejecutivo y la Policía es claro que debe haber un silencio noticioso.

Con esos antecedentes la empresa de comunicación Quatromanos y el estudio Ferrere abogados, organizaron el foro Secuestros y medios de comunicación.

“La regla en el periodismo es informar todo aquello que sea de interés público y esté debidamente chequeado. No estamos para ocultar información, sino para publicar información”, fue la primera conclusión del periodista y director del semanario Búsqueda, Claudio Paolillo.

Aseguró creer en “la más irrestricta libertad de prensa y expresión” y señaló que los secuestros extorsivos “siempre” son noticias de interés público. Sin embargo, dejó abierta la posibilidad de “aguantar” una información en casos puntuales.

Cuándo esperar. “Puede haber situaciones extremas que sean excepciones. Cuando a los periodistas se nos convence de que justo en ese momento puede darse una situación complicada, y dar el dato en ese momento puede poner en riesgo una vida, tenemos que considerar si publicamos o ‘aguantamos´ la noticia en un período breve”, explicó. Aclaró que eso “solo se puede hacer teniendo la información para decidir si realmente está en juego una vida”. Y consultó: “¿Qué pasa si los secuestradores son una banda de policías? ¿Y si los que nos piden que no informemos son los propios policías? Por eso debemos extremar nuestra conducta profesional”, afirmó.

No es fácil. La cobertura de informaciones tan delicadas como los secuestros no tienen receta. “En medio de una situación extrema entra en conflicto el derecho humano de informar y el derecho humano a vivir”, señaló Paolillo.

De todas formas, reiteró que “las decisiones de publicar o no una información son siempre de los medios y los periodistas, y no de agentes externos ni del Estado”.

En referencia al presidente José Mujica, que había manifestado que los medios debían “ayudar” a la Policía, Paolillo dijo que la prensa “no es un auxiliar del gobierno, ni de la Policía ni de los jueces”.

Además, dijo comprender pero no compartir la propuesta de Bonomi sobre crear un protocolo.

“Va contra la libertad de expresión, y no sirve para nada porque cada secuestro es una historia única, y porque cada medio tiene sus normas profesionales y éticas propias, intransferibles y a veces opuestas”.

Hicieron lo de siempre. Otro de los panelistas, el periodista y director de Telemundo 12, Alfonso Lessa, se mostró sorprendido por la reacción de Bonomi por el manejo que hizo la prensa del secuestro de Rospide. “Yo no recuerdo algo así. Sí recuerdo el malestar de algún ministro por alguna cobertura, pero no algo así en los últimos 30 años”, dijo. Lessa señaló que “en los 14 secuestros que hubo en los últimos 36 años siempre se informó y esta vez no fue diferente”.

No hay pruebas. La posibilidad de poner en riesgo la vida de un secuestrado también fue manejada en el foro. Lessa aseguró que “no existen pruebas de que la divulgación de estos hechos genere un efecto negativo”. Como ejemplo recordó el caso de Valentina Simon, cuyo secuestro fue divulgado y ella salió con vida; y el de un empresario que fue hallado muerto, y del que no se había informado en los medios.

Además, recordó que el Poder Judicial dio a conocer toda la información luego de que Rospide estuvo fuera de peligro, y “de esa información se desprende que la divulgación obró a favor de la liberación”. Consideró que “las restricciones no son buenas” y que la receta es “la de siempre: responsabilidad, ética, profesionalismo, reglas claras e información adecuada por parte de policías y autoridades”.

Policías y periodistas. “Los policías del mundo tienen grupos especializados para tratar estos temas con los periodistas”, señaló el tercer panelista, el abogado del estudio Ferrere, Andrés Cerisola. Indicó que esto “no se puede resolver con una ley o un acuerdo en general, sino estudiando caso a caso, y donde la decisión final la debe tomar el órgano de prensa”. Señaló como “legítimo” que se cree un equipo especial en la Policía “para evitar filtraciones” de información.

Lo dijeron
Claudio Paolillo:
«No estamos para ocultar información, sino para publicar información»
«Las decisiones de publicar o no una información son siempre de los medios y de los periodistas, no de agentes externos ni del Estado»

Alfonso Lessa:
«En los 14 secuestros dados en los últimos 36 años siempre se dio la información y esta vez no fue diferente»
«No existen pruebas de que la divulgación de estos hechos genere un efecto negativo»

Andrés Cerisola:
«No se puede resolver con una ley o un acuerdo en general, sino estudiando caso a caso, y donde la decisión final la debe tomar el órgano de prensa»
«Los inversores que vienen a Uruguay toman muy en cuenta que los secuestros son raros, y suelen terminar bien»

Se olvidaron de los SMS, Twitter y Facebook
Antes que comenzara la conferencia, el director de Quatromanos, Álvaro Amoretti, hizo una breve presentación en la que contó cómo se enteró del secuestro. No fue por los informativos de TV, ni por las radios. Fue por mensajes de texto, mientras estaba en el cine, y antes que la noticia cobrara estado público. Periodistas que querían consultarlo para saber si conocía al secuestrado, y empresarios a los que los periodistas habían llamado, que querían saber de qué se trataba el asunto. Y nadie lo había informado públicamente.

En esa línea, Lessa señaló que el planteo del gobierno tiene un punto de partida equivocado, “y es creer que en 2010 se puede controlar o evitar una información con el desarrollo tecnológico que existe. Pensar que pactando reglas de juego se soluciona, es ver media parte de la realidad”, dijo el periodista.

Uruguay es seguro para los inversores
Según el abogado Andrés Cerisola, los inversores que vienen a Uruguay “toman muy en cuenta que los secuestros son raros, y suelen terminar bien”. En la conferencia señaló que hay inversores que “están trayendo a sus familias” porque “se toma en cuenta que Uruguay es un país seguro donde se puede andar por la calle”, en relación con otras naciones latinoamericanas. El abogado señaló que para estos casos “no se justifica la restricción a la libertad de prensa”, sino lo contrario y “tirar a toda Policía encima (de los delincuentes ) cada vez que se produce un caso”.

Otros casos en el mundo
94 días. En octubre del año pasado, en Paraguay, fue secuestrado el ganadero Fidel Zavala. Según contó Paolillo, los medios debieron guardar la noticia durante 94 días. La familia se negaba a dar información por temor, lo que generó que un periodista escribiera una columna sobre la necesidad de contar con la información para prevenir otros casos.

EEUU. La periodista estadounidense Jill Carrol fue secuestrada en 2006. Su jefe pidió que no se publicara, pero no todos los medios hicieron caso.


El Observador, 23 de abril de 2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario